Por Luis Goñi
Ayer, 17 de febrero del 2010 la noche me sorprendió sentado frente al ordenador disfrutando de un video que grabé hace poco más de un año. Allí sentado frente a mi estaba Gabriel “Chula” Clausi interpretando su versión del tango “De puro guapo”, un solo de bandoneón ejecutado con suavidad y maestría, con la precisión que solo la experiencia de tantos años vividos y tanto tango puede otorgar, y el recuerdo de su imagen vino a mi memoria, recordé a la gente escuchando y contemplándolo en silencio, como si no quisiera perderse una sola nota, una sola caricia saliendo de ese “fueye” que lo acompañó durante tantos años; recordé su presencia sencilla, generosa, sus palabras claras y contundentes. Hoy 18 de febrero desperté y supe que el “Chula “ había fallecido anoche.
La vida y las circunstancias me permitieron conocerlo, estrechar su mano y agradecerle por tanto tango, por tanta historia, sentí junto a él lo que se siente frente a un verdadero maestro y (como pasa en estas ocasiones) su sola cercanía me hizo querer mucho más este género, comprometerme con su historia, estudiar, investigar.
Para quienes estamos medianamente enterados de la magnitud de su carrera y el peso y la importancia de su experiencia el “Chula” representa al tango mismo, basta con decir que vivió la evolución del género durante casi todo el siglo XX. Para muchos Gabriel Clausi es “el hombre que conoció a Gardel” como si la importancia de su persona radicara solo en haber conocido a una de las indiscutidas leyendas del tango.
“…El “Chula” como se lo conoce en el ambiente trabajó y conoció a los artistas más emblemáticos de la Guardia Vieja, Juan Maglio, Firpo y Julio de Caro, un precoz Astor Piazzolla tocó en su orquesta antes de hacerlo en la de Anibal Troilo, Osvaldo Pugliese fué docente en un conservatorio del cual era el director.
Pasó la década de oro del tango tocando en Chile, desde 1943 a 1954 donde fué muy reconocido y aseguraba que el mejor momento del tango fue entre el 20 y el 40. “Había un Arolas, un Bardi, un Delfino. Esa gente no ha sido superada. Después sí, hubo un gran movimiento, más dinero y muy buenos compositores. Pero para mí lo mejor fue entre los 20 y los 40". (Fuente: Clarín)
El final de su carrera lo sorprendió muy querido por todos sus pares, un reconocimiento merecidísimo a su trayectoria, a su conocimiento.
Dios lo bendiga Maestro!!!!
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